Un permiso o licencia de aprendiz le permitirá a su hijo(a) adolescente ponerse al volante legalmente, pero la orientación que usted le dé será crucial para mantenerlo a salvo. Una manera fácil de hacer que su hijo(a) adolescente experimente nuevas situaciones, condiciones y entornos es tomar una ruta diferente cada vez que conduzcan juntos.
No se desconecte
Muchos padres aprovechan pendientes diarios que requieren conducir para darles a sus hijos(as) adolescentes más tiempo al volante, por ejemplo, permitiendo que su hijo(a) adolescente los lleve al supermercado, a la oficina de correos o al consultorio del médico. Pero cuando conducimos a los mismos lugares por las mismas rutas, a veces nos permitimos desconectarnos y prestar menos atención que si estuviéramos conduciendo a algún lugar por primera vez.
Combata la pasividad
Puede ayudar a su hijo(a) adolescente a combatir esta pasividad haciendo que tome diferentes caminos hacia estos destinos habituales. Aunque algunas rutas pueden tomar más tiempo que otras, pueden ayudar a su hijo(a) adolescente a comprender mejor las calles locales y a adquirir experiencia con el tráfico, la construcción y otros problemas de conducción. Lo más importante es que le enseñará a su hijo(a) adolescente a observar siempre el camino en busca de peligros y a tener cuidado cada vez que se pone al volante, ya sea la primera vez o que lo haya hecho cincuenta veces antes.
Practíquelo: Mientras conduce con su hijo(a) adolescente en el automóvil, pídale que elija un destino y luego usted puede elegir una ruta inusual para llegar allí. Durante el trayecto, pídale a su hijo(a) adolescente que intente orientar dónde se encuentran en relación con su punto de partida. Esto no solo mantendrá a su hijo(a) adolescente concentrado, sino que también ayudará a desarrollar su sentido de orientación. Una vez que su hijo(a) tenga algo de experiencia al volante, continúe con este hábito para que no deje de concentrarse durante las lecciones de práctica.
