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Lección 13: Haga que su conductor adolescente practique con mal tiempo

Si su hijo(a) adolescente nunca ha conducido con mal tiempo, como nieve o lluvia intensa, es difícil describir la experiencia. El mal tiempo dificulta cada aspecto de la conducción, ya sea que esté acelerando, disminuyendo la velocidad o simplemente estacionándose. Es posible que los padres comprendan mejor estos problemas, pero es posible que muchos conductores nuevos no los anticipen en absoluto. 

A pesar de los riesgos, los adolescentes deben aprender a conducir de manera segura en condiciones climáticas adversas, y la mejor manera de hacerlo es practicando. Aquí hay algunos consejos para que recuerden esta lección.

Revise los riesgos

Antes de que su hijo(a) se ponga al volante, hable sobre los problemas que la nieve, el hielo, el viento y la lluvia pueden crear para los conductores. Puede perder tracción y visibilidad, para empezar, y estos problemas climáticos también pueden convertir a otros conductores en grandes peligros. Lleve a su hijo(a) adolescente con usted en malas condiciones para explicar mejor algunos de estos riesgos y mostrar cómo pasos simples, como reducir la velocidad y aumentar el espacio entre vehículos, pueden facilitar las cosas. 

Práctica, práctica, práctica

Una vez que su hijo(a) adolescente esté listo para practicar la conducción con mal tiempo, busque una calle tranquila y libre de peligros antes de entregarle las llaves. Las primeras lecciones de su hijo(a) adolescente en malas condiciones probablemente causarán miedo, lo cual es aceptable. Ese sentimiento es lo que llegará a su hijo(a) adolescente y lo ayudará a comprender los riesgos. Una vez que su hijo(a) tenga mucha práctica, enfatice la importancia de tomar buenas decisiones cuando hay mal tiempo. Ya sea que frene antes de lo habitual o se mantenga completamente alejado de las calles, enséñele a su hijo(a) adolescente a juzgar las condiciones y conducir en consecuencia.

Practíquelo: Es posible que sienta la tentación de explicar demasiado cuando hace mal tiempo, pero tenga paciencia mientras su hijo(a) adolescente aprende. Piense en ello como un estacionamiento en paralelo: su hijo(a) adolescente aprenderá mucho más de intentarlo y fallar que de escucharle explicar a dónde mover el volante y cuándo. Con el tiempo, estas habilidades se vuelven instintivas y mucho más confiables en el momento.

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