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Lección 16: Recuerde: Su hijo(a) adolescente necesita su ayuda para mantenerse a salvo

Hubo un tiempo en que su hijo(a) adolescente necesitaba que lo abrochara en el asiento de seguridad adecuado antes de cada viaje, pero solo porque ahora ha pasado al asiento del conductor, no significa que su labor haya terminado. Los accidentes automovilísticos son la principal causa de muerte prevenible entre los adolescentes, pero los padres son la mayor influencia en sus hábitos de conducción. No importa cuánto tiempo haya pasado su hijo(a) adolescente al volante, su participación es crucial para mantenerlo a salvo.

Manténgase involucrado

Incluso una vez que su hijo(a) adolescente se acostumbre a conducir solo, utilice el Acuerdo para nuevos conductores para actualizar y hacer cumplir las reglas de conducción relevantes. El acuerdo puede ayudarlo a continuar abordando problemas de riesgo como pasajeros y horas límite de llegada, así como cualquier costo relacionado con la conducción que surja. Aunque su hijo(a) adolescente querrá más libertad al volante, asegúrese de que se gane los nuevos privilegios. La edad de su hijo(a) adolescente no determina su capacidad para conducir, así que preste especial atención a las habilidades que su hijo(a) desarrolla con el tiempo. 

Comparta sus propias lecciones

Ahora que ha completado estas lecciones, utilice su propia experiencia para seguir enseñando a su hijo(a) adolescente a conducir. Comparta sus conocimientos, consejos y mejores prácticas que haya aprendido a lo largo de los años para que su hijo(a) adolescente sea un usuario del camino más responsable. Y siempre dé un buen ejemplo a seguir para su hijo(a) adolescente. Si usted es un conductor agresivo, distraído o fatigado, su hijo(a) adolescente pensará que es perfectamente normal conducir de esta manera. Por lo tanto, tenga en mente a su hijo(a) adolescente en cada viaje, y probablemente él o ella hará lo mismo con usted. 

Coméntelo: Conducir solo será una experiencia única para su hijo(a) adolescente, que le traerá muchas frustraciones y riesgos adicionales. Hágale saber a su hijo(a) adolescente que, si bien a los conductores les gusta agrupar a los demás en términos de conducción “buena” o “mala”, en realidad solo hay una forma “correcta” de conducir: con seguridad. Asegúrese de que ese sea el objetivo de su hijo(a) adolescente, y él o ella será un conductor con el que todos querremos compartir el camino. 

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