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Lección 14: Manténgase a salvo en un embotellamiento

La mayoría de los conductores han experimentado las frustraciones de los embotellamientos, pero antes de que su hijo(a) adolescente se encuentre en uno, debe saber qué esperar. Es posible que los vehículos en estas situaciones no se muevan a altas velocidades, pero ese ritmo lento puede crear una falsa sensación de seguridad. Es más probable que los conductores usen sus teléfonos, descuiden sus direccionales y frenen en el último minuto si creen que los riesgos son bajos. Esto es lo que su hijo(a) necesita saber para mantenerse a salvo en un embotellamiento. 

Deje espacio para salir

A nadie le gusta estar atrapado en el tráfico. Para su hijo(a) adolescente, eso significa que no debe esperar mucha cortesía: causar el más mínimo retraso hace que los demás toquen el claxon y es más probable que los conductores se cambien de carril sin hacer señales o incluso sin mirar. Afortunadamente, su hijo(a) adolescente puede contrarrestar muchos de estos peligros simplemente dejando espacio para salir. Eso significa dejar espacio adicional entre vehículos en lugar de detenerse justo detrás del siguiente automóvil. Es posible que otros conductores se aprovechen de este espacio abierto y lo ocupen, pero enséñele a su hijo(a) adolescente a resistir la tentación de pegarse al vehículo de adelante. La distancia de frenado adicional puede ser útil si el siguiente conductor frena repentinamente o si el que está detrás se distrae y no frena lo suficientemente rápido. 

Preste atención y espere lo peor

Conducir a la defensiva ayudará a proteger a su hijo(a) adolescente en la mayoría de las situaciones en las calles, pero los embotellamientos exigen un nivel adicional de atención. su hijo(a) adolescente siempre debe concentrarse en los conductores que lo rodean y revisar regularmente los espejos del vehículo, incluso si no planea cambiar de carril. Puede ser útil entrar en el tráfico esperando lo peor: conductores distraídos, egoístas e irritados. De esta manera, su hijo(a) adolescente puede evitar distracciones y prepararse para que otros tomen malas decisiones, en lugar de que lo tomen por sorpresa. Con el tiempo, una vez que el tráfico se despeje, su hijo(a) adolescente puede volver a un hábito más normal de observar el camino. 

Practíquelo: Salir a dar una vuelta en el tráfico con su hijo(a) adolescente puede no ser su idea de un momento de relajación, pero es mucho más seguro que enviar a su hijo(a) adolescente al tráfico por primera vez solo. En una conducción de práctica como esta, señálele a su hijo(a) adolescente dónde parece que el tráfico se está desacelerando para que pueda ajustar la velocidad del vehículo de manera adecuada. Ayude a su hijo(a) adolescente a mantener la calma cuando otros conductores toquen el claxon o les corten el paso a ambos, y recuérdele que los choques y las lesiones pueden ocurrir a cualquier velocidad. En el futuro, asegúrese de que su hijo(a) adolescente le avise cada vez que planee conducir sin compañía en la autopista. 

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