Cuando su hijo(a) adolescente conduce solo, debe continuar con los hábitos de seguridad que ha practicado. Las distracciones y los peligros inesperados pueden aumentar los riesgos de choques de su hijo(a) adolescente, pero una planificación simple puede ser de gran ayuda para que se mantenga a salvo. Repase estas preguntas con su hijo(a) adolescente para que se conviertan en un hábito en cada viaje.
¿A dónde va?
Esto puede parecer obvio, pero cuanto más maneja su hijo(a) adolescente hacia destinos conocidos, más fácil es “desconectarse” mientras está al volante. Alentar a su hijo(a) adolescente a considerar el destino antes de conducir le hará pensar en la ruta y en cualquier peligro potencial en el camino. Tal vez haya una intersección con la que su hijo(a) adolescente siempre tiene problemas o va a llover durante el viaje; cualesquiera que sean los peligros, pensar en ellos le da a su hijo(a) una mejor oportunidad de evitarlos.
¿Qué necesita hacer para llegar sano y salvo?
Este también parece sencillo, pero a la mayoría de los conductores se les dificulta. Para llegar de manera segura, todo lo que su hijo(a) adolescente realmente tiene que hacer es concentrarse en el camino, buscar activamente los peligros y reaccionar de manera adecuada a las condiciones. Los mensajes de texto y las llamadas son completamente innecesarios, al igual que cualquier tipo de sustancia o comportamiento que disminuya las capacidades de la persona. Aproveche esta oportunidad para reforzar los peligros de estos hábitos para su hijo(a) adolescente y planifique en consecuencia. Si su hijo(a) adolescente está esperando una llamada o mensaje de texto en particular durante el viaje, enséñele a planear detenerse de manera segura en algún momento para abordarlo, o responder después de llegar en lugar de tratar de manejarlo en el momento.
Practíquelo: Su hijo(a) adolescente aún debería estar informándole sobre los detalles de los viajes en solitario, así que revise estas preguntas antes de que se vaya. Pregúntele a su hijo(a) adolescente sobre el destino, la ruta y cómo planea llegar allí de manera segura. Haga esto antes de cada viaje para reforzarlo con su hijo(a) adolescente y convertirlo en algo en lo que siempre piense antes de comenzar a conducir.
